Nací en Barcelona y he vivido y trabajado 12 años fuera de ella, en Reino Unido, Bruselas y Madrid.
19 años de carrera profesional como abogada en el ámbito internacional y en contextos altamente competitivos. Ello ha tenido sus beneficios (viajar y trabajar en operaciones muy interesantes y complejas con profesionales de todo el mundo) y sus costes, (estrés, la difícil conciliación con mi vida personal, la dificultad para poner límites cuando mi salud ha estado mermada o la baja autoestima).
En mi caso, la práctica de Mindfulness me permitió encontrar un buen equilibrio a un evidente desbalance entre costes y beneficios. Me ayudó a saber parar, ver con claridad, ordenar mis prioridades, gestionar el estrés y tomar decisiones que mejoraron mi salud física, mental y emocional. Con el tiempo, pude ver también con más claridad la dirección de mi vida y lo que verdaderamente me apasiona: las personas, su esencia y la búsqueda del equilibrio dentro del desequilibrio de la vida.
Esta nueva etapa me ha permitido construir una forma de vivir más sana y consciente en la que me he ido transformando y sigo aprendiendo cada día a “estar con” lo que la vida me trae en cada momento. Ese es, según mi abuela centenaria, el éxito:
«Aprender a ser feliz con lo que te toca». Yo lo llamo Ecuanimidad.
Desde este equilibrio vital ofrezco un espacio en el que poder compartir lo aprendido.

Nací en Barcelona y he vivido y trabajado 12 años fuera de ella, en Reino Unido, Bruselas y Madrid.
19 años de carrera profesional como abogada en el ámbito internacional y en contextos altamente competitivos. Ello ha tenido sus beneficios (viajar y trabajar en operaciones muy interesantes y complejas con profesionales de todo el mundo) y sus costes, (estrés, la difícil conciliación con mi vida personal, la dificultad para poner límites cuando mi salud ha estado mermada o la baja autoestima).
En mi caso, la práctica de Mindfulness me permitió encontrar un buen equilibrio a un evidente desbalance entre costes y beneficios. Me ayudó a saber parar, ver con claridad, ordenar mis prioridades, gestionar el estrés y tomar decisiones que mejoraron mi salud física, mental y emocional. Con el tiempo, pude ver también con más claridad la dirección de mi vida y lo que verdaderamente me apasiona: las personas, su esencia y la búsqueda del equilibrio dentro del desequilibrio de la vida.
Esta nueva etapa me ha permitido construir una forma de vivir más sana y consciente en la que me he ido transformando y sigo aprendiendo cada día a “estar con” lo que la vida me trae en cada momento. Ese es, según mi abuela centenaria, el éxito:
«Aprender a ser feliz con lo que te toca». Yo lo llamo Ecuanimidad.
Desde este equilibrio vital ofrezco un espacio en el que poder compartir lo aprendido.